Has traspasado el umbral de la realidad.
Huele a música y el sudor retumba en tus oídos. La boca te sabe a sexo y el alcohol se te pega a la piel.
Los cuerpos bailan a tu alrededor, todos son diferentes pero allí está esa chica. Tus ideales encarnados. No lleva escote ni minifalda, entonces ¿qué es? ¿La manera en que el top juega a destapar su ombligo? ¿Como los rizos acarician su espalda? ¿Esbeltez? ¿Actitud? Supongamos que es actitud. Es lo único que está a tu alcance por el momento así que dejas que te emborrache.
El filtro ha cambiado. Ahora estás bailando de verdad. Estás ebria de actitud y los demás ebrios a secas. Te espera una gran noche, pero ya lo sabías desde antes de entrar. Estabas segura de lo que iba a pasar, por eso te has maquillado los ojos de negro y los labios de rojo. Por eso has buscado la discoteca más llena y con la música más alta.
Para emborracharte sin beber.
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